Bien, ese solo seria el comienzo, pero la música se expandió, los sonidos se fueron haciendo cada vez mas nuestros y comenzaron a surgir las mezclas de rock y folclore, ese fue el caso de otros iconos como “Los Jaivas”, quienes sumaron a los instrumentos altiplanicos, la fuerza de guitarras, bajo y batería haciendo un sonido inconfundible y único, verdaderos iconos sonoros y culturales de nuestro país.
Pero ellos no son los únicos en la región, surgen de nuestra zona otros muchachos con mezclas de rock, folklore y jazz llamados “Congreso”, verdaderos baluartes de la música nacional.
Ambos grupos se han transformado con el tiempo en punta de lanza y portada emblemática del rock Chileno y ambos han influenciado el sonido de bandas no solo en Chile sino también en el extranjero. Además es importante decir que nuestra zona entrega al mundo a otras agrupaciones que sin ser rock, han influenciado a las nuevas generaciones de roqueros en todo chile, tal es el caso de Inti illimani.
Luego del golpe de 1973, el Rock seria visto como una herramienta subversiva por la dictadura militar, lo que redujo a su mínima expresión el número de bandas que siguieron haciendo música, sin embargo el rock no se detuvo y Valparaíso tampoco, así surgen agrupaciones señeras como Panzer , quienes le entregaron una fuerza inusitada al rock, presentando actuaciones históricas imposibles de borrar de las paginas de la música nacional.
Hay mas ejemplos luego de la llegada de la “Democracia”, tales como Floripondio: psicotica mezcla de todo, Ska, metal, Punk, pachanga y lo que se nos ocurra, con una de las mejores puestas en escena del circuito. Ocho Bolas es otro icono de importancia, debido a su trayectoria, su sonido, su ligazón no solo al punk rock sino también a la literatura la hacen una banda imprescindible en el análisis de la escena local
Pero ha sido sin duda el grito mas fuerte y subterráneo el que han dado desde hace ya varios años las “bandas emergentes”, una verdadera rebelión musical que se vive en Valparaíso noche tras noche, una gran revolución de miles de seres que toman sus instrumentos y hacen rock para expresarse. Son innumerables y cada día son más, se han apoderado de la ciudad y luchan por abrirse más espacios. Hablan de política, sexo, religión, personajes importantes y funestos, la ciudad, sus vidas y las de los habitantes de este puerto, de todo y de nada. Hacen el ritual de la música día tras día, a veces sin importar si alguien los oye o les paga por hacer sonar sus amplificadores. La mayoría ha comenzado con los mínimos recursos a producir sus primeros materiales fonográficos, discos hechos con horas de esfuerzo frente a un computador casero. Nada es fácil, pero tampoco nada es suficiente para satisfacer la necesitad de expresar la música que tienen guardada, Algunos ya han avanzado un trecho mayor y comenzaron a salir de nuestras fronteras y su música suena en las emisoras, otros sueñan con lograrlo. Son el rock porteño, ese rock con olor a mar y cerros llenos de necesidad. Sus estilos son tan diversos como numero de bandas hay, cada una dice lo que siente y piensa y ese es el valor de esta música, que no esta pauteada por los medios de comunicación Estándar, no es el producto de una planificación de las grandes cúpulas sino mas bien el grito de la juventud.
El Rock es patrimonio de Valparaíso, se respira en todos
lados de la ciudad, y es por eso que creemos que debe
ser “La Capital del Rock Chileno”, darle a sus músicos el lugar merecido y la difusión necesaria.
Esta es la bandera de lucha y la consiga a marcar en el inconsciente de la ciudad y el País.
viernes, 3 de agosto de 2007
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